Las grandes empresas acumulan provisiones por la incertidumbre económica. Así lo estima el Banco de España observando una reducción en la recaudación de fondos de renta fija y el aumento de nuevos préstamos por cuantías superiores al millón de euros.
Es una financiación donde la explotación de bienes y servicios creció y alcanzó los 78.913 millones de euros. Además, el saldo nuevo para préstamos que no superan el millón de euros que suelen utilizarlo las pymes, casi no creció.
Se dispara el coste de la deuda ya que las grandes empresas sustituyen la financiación de renta fija por la bancaria, porque el coste de los bonos es superior, mientras que el del crédito a empresas de mayor tamaño ha continuado reduciéndose.
De hecho, el coste medio de las emisiones de bonos a largo plazo ha aumentado, mientras que los precios medios de los nuevos préstamos variaron de una manera más moderada. También cabe destacar que la traslación del aumento de los tipos de interés de referencia del mercado, al coste de los nuevos préstamos, es más lenta, lo que podría ser porque no ha aumentado la retribución de los depósitos bancarios.
Estas grandes empresas se preparan por si la situación se pone aún más difícil. La guerra de Ucrania y el incremento de los costes de producción están haciendo que las empresas acumulen colchones de liquidez, acudiendo a las líneas de crédito.
Aun así, la morosidad continua a raya, pero el deterioro en el entorno microfinanciera y el agotamiento de las medidas de apoyo, podrían implicar riesgos prospectivos de deterioro en la calidad crediticia y la banca endurecerá las condiciones de concesión.